Clemente XIV (papa)

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Clemente XIV O.F.M. Conv.
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Papa de la Iglesia católica
19 de mayo de 1769 - 22 de septiembre de 1774
Papa clemente xiv.jpg
Consagración episcopal28 de mayo de 1769 por Federico Marcello Lante Montefeltro Della Rovere
PredecesorClemente XIII
SucesorPío VI
Información personal
Nombre secularGiovanni Vincenzo Antonio Ganganelli
Nacimiento31 de octubre de 1705
S. Arcangelo di Romagna
Fallecimiento22 de septiembre de 1774
Roma
Escudo Clemente XIV.png
Escudo de Clemente XIV O.F.M. Conv.

Clemente XIV O.F.M. Conv. (Sant'Arcangelo di Romagna, 31 de octubre de 1705 - Roma, 22 de septiembre de 1774). Papa n.º 249 de la Iglesia católica entre 1769 y 1774.

Síntesis biográfica

Nacido en Sant' Arcangelo, cerca de Rimini el 31 de octubre de 1705 y fallecido en Roma el 22 de septiembre de 1774. Era el menor de los cuatro hijos de Lorenzo Ganganelli, doctor en medicina, y de su esposa Ángela Serafina María Mazza.

Estudió en el colegio de los jesuitas de Rímini y luego en la escuela de los Hermanos Piaristas de Urbino. Ingresó en la orden de los Franciscanos Conventuales en Mondaino, provincia de Forlí. En 1731 obtuvo el doctorado en teología en la Universidad La Sapienza de Roma. Definidor de su orden en 1741, renunció por dos veces al generalato de la misma. Fue un excelente teólogo, pero también músico, poeta y un consumado jinete. Fue profesor de Filosofía y Teología, y en 1743 escribió una defensa teológica de los jesuitas.

Cardenalato

En 1759 fue creado cardenal del título de San Lorenzo in Panisperna, que cambió en 1762 por el de Santi XII Apostoli.

Papado

En el cónclave de 1769, Antonio Ganganelli resultó electo Sumo Pontífice. La elección papal estuvo marcada, sobre todo, por la petición de diversas monarquías borbónicas para suprimir la Compañía de Jesús.[1]

Bajo la presión de los Borbones y Habsburgos fue elegido Clemente XIV, tras haberse comprometido con los embajadores de dichas casas reales a decretar el fin de los jesuitas.

La primera encíclica del papa definió claramente cual iba a ser su política: mantener la paz con los príncipes católicos para conseguir su apoyo en la guerra contra la religión. Su predecesor le había dejado una herencia de embrollos con casi todos los poderes católicos europeos. Clemente se apresuró a solucionar cuantos pudo con concesiones y medidas conciliatorias. Sin revocar la constitución de Clemente XIII contra las intromisiones del joven Duque de Parma en el derecho de la iglesia, se abstuvo de pedir su ejecución y le concedió graciosamente una dispensa para que se casara con su prima, la Archiduquesa Amelia, hija de María Teresa de Austria. El rey de España, apaciguado por estas concesiones, retiró el edicto anticanónico que había publicado un año antes como contramedida por los procedimientos papales contra el infante duque de Parma, sobrino del rey; también restableció el tribunal del nuncio y condenó algunos escritos contra Roma

Portugal había sido separada de Roma en 1760. Clemente XIV inició la reconciliación elevando al sacro colegio a de Carvalho, hermano del famoso ministro Pombal; negociaciones activas dieron como resultado en la revocación por José I, de las ordenanzas de 1760, origen y causa de la ruptura entre Portugal y la Santa Sede. Un agracio común a todos los príncipes católicos era la publicación anual en Jueves Santo de las censuras reservadas al papa; Clemente abolió esta costumbre en la primera cuaresma de su pontificado.

Para probar su sinceridad, el papa comenzó las hostilidades abiertas contra los jesuitas. Rehusó ver al general , Padre Ricci, y gradualmente eliminó de su entorno a sus mejores; sus únicos confidentes eran dos frailes de su propia orden Buontempo y Francesco; ningún príncipe o cardenal estaba en torno a la sede pontificia. El pueblo romano, insatisfecho con este estado de cosas y reducido al hambre por la mala administración, manifestó abiertamente su descontento, pero Clemente atado por sus promesas y atrapado en las redes de la diplomacia de los Borbones fue incapaz de retractarse

Si bien su antecesor había resistido las presiones de Francia y España frente al empeño de éstas de que disolviese la orden de los Jesuitas, Clemente XIV no mantuvo aquella entereza. Justificando su claudicación con base en el restablecimiento de la paz, el 21 de julio de 1773 promulgó el breve Dominus ac Redemptor, por el que quedaba disuelta la Compañía de Jesús. Aquel acto le fue recompensado de inmediato con la devolución de los territorios previamente ocupados por Francia (Aviñón y el condado Venesino), y por España (señoríos de Benevento y Pontecorvo) por los monarcas francés y español.

Muerte

Los últimos meses de su vida se los amargó la consciencia de sus fallos. A veces se sentía aplastado bajo el peso del dolor. El 10 de septiembre de 1774, se acostó, recibió la extremaunción el 21 y murió piadosamente el 22 del mismo mes. Muchos testigos del proceso de canonización de S. Alfonso de Ligorio atestiguaron que el santo había estado milagrosamente presente en la el lecho de muerte de Clemente XIV parta consolarle y darle fuerzas en su última hora. Los doctores que abrieron el cadáver en presencia de muchos testigos atribuyeron su muerte a disposiciones escorbúticas y hemorroidales de larga duración agravadas por el exceso de trabajo y el hábito de provocar perspiración artificial aun en momentos de gran calor. A pesar del certificado de los doctores, el partido español y los novelistas históricos atribuyeron su muerte a envenenamiento por parte de los jesuitas. Los restos mortales de Clemente XIV descansan en la iglesia de los doce Apóstoles (Ver también COMPAÑÍA DE JESUS) J. WILHELM.

Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Visus velox (la visión perforante), cita que al parecer hace referencia a su espíritu vivo y penetrante. Erróneamente, en la edición de Colonia de 1656, se le atribuyó la cita Ursus Velox (El oso veloz)

Notas

Fuentes