Esteban IX (papa)

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Esteban IX (X)
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Papa de la Iglesia católica
2 de agosto de 1057 - 29 de marzo de 1058
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Proclamación cardenalicia2 de agosto de 1057
PredecesorVíctor II
SucesorNicolás II
Información personal
Nombre secularFederico de Lorena
TítulosSumo Pontífice de la Iglesia Católica
NacimientoDesconocida
Lorena, Bandera de Francia Francia
Fallecimiento29 de marzo de 1058
Florencia, Bandera de Italia Italia
PadresGozelo, duque de la Baja Lorena y de Junca, la hija de Berengario II, rey de Italia

Esteban IX (X). Papa Nro. 154 de la Iglesia Católica. Poco después de su elección se preocupó de levantar la conducta moral del clero. Se rodeó de ilustres e insignes consejeros que lo asistieron políticamente. Prohibió el matrimonio entre consanguíneos. [1]

Síntesis biográfica

Primeros años

Nació a inicios del siglo XI. Era hijo de Gozelo, duque de la Baja Lorena y de Junca, la hija de Berengario II, rey de Italia; y hermano de menor de Godofredo III, duque de Lorena, quien, como Marqués de Toscana (por su matrimonio con Beatriz de Bar, viuda de Bonifacio III de la Toscana), desempeñó un papel destacado en la política de la época.

Desde muy joven se unió a su primo el Papa León IX para convertirse en canciller y bibliotecario de la Iglesia en 1051. Acompañó al pontífice en sus viajes apostólicos por toda Europa contra los normandos, lo que terminó con la separación definitiva de las Iglesias de Oriente y Occidente. Fue enviado entonces por el Papa como delegado papal a la embajada de Constantinopla en el trayecto de regreso fue secuestrado por el Conde de Teate y, para evitar caer en manos del emperador Enrique III el Negro, se convirtió en un monje de Monte Casino en 1055, poco después de la muerte del emperador Enrique, en 1057, se convirtió en abad.

Cuando fue elevado a la silla de San Pedro llevaba por nombre Federico de Lorena y era cardenal sacerdote del título de San Crisógono nombrado por el Papa Víctor II.

Pontificado

Días después de la muerte del Papa Víctor II (que le había hecho cardenal-sacerdote y abad de Monte Cassino) fue elegido para sucederle como el papa Esteban IX. Víctor II había muerto el 28 de julio de 1057. Esteban gobernó la iglesia desde el 2 de agosto de 1057 hasta el fin de sus días, como pontífice tomó el nombre de Esteban, continuando la obra de reforma que había iniciado el León IX Por aquel tiempo ya no existía el emperador Enrique III, sus reinos de Alemania e Italia recayeron en su hijo Enrique IV, niño de seis años que no se coronó emperador hasta pasado algún tiempo; y los romanos se valieron de esta circunstancia para elegir papa por sí mismos, resultando electo el que es conocido en la historia con el nombre de Esteban IX o X.

Este, en el corto periodo de su pontificado, dio a conocer su carácter ambicioso y guerrero, contrario totalmente a la profesión de monje Benedicto, que antes hizo en Monte Cassino, donde fue Abad. La muerte le atajó en Florencia antes que terminase los preparativos que comenzó a hacer para que su hermano se apoderase de Italia, en perjuicio del rey niño Enrique IV, heredero del Imperio, y para que unidas las fuerzas pontificias con las del duque arrojasen a los normandos, que ocupaban ya parte del territorio adjudicado a la iglesia romana en las donaciones imperiales.

Aún después de su muerte no quiso dejar el mandato, haciendo congregar en la iglesia a los cardenales, exhortándolos a esperar el regreso del entonces cardenal Hildebrando Aldobrandeschi antes de elegir a su sucesor:

“que si su santidad moría durante la ausencia del subdiácono Hildebrando, residente por entonces en Constantinopla, como delegado de la santa sede cerca de la emperatriz madre, no se hiciera elección de sumo pontífice hasta que Hildebrando regresase a Roma y se pudiera escuchar su consejo para seguirlo.” [2]

Hildebrando había sido enviado a Milán para lograr una mejora en la moral de su clero con las instrucciones para proceder a Alemania y para inducir a la regente, la emperatriz madre Agnes, a aceptar su elección que se había hecho sin ninguna referencia a ella. Este precepto produjo más tarde un cisma. El cardenal Hildebrando, célebre más tarde con el nombre de Gregorio II, ejerció en los días de de este papa una influencia irresistible sobre el clero romano, y a él más que al papa deben atribuirse las importantes reformas realizadas en este pontificado.

“En cuatro meses, restableció este papa el buen gobierno de la iglesia. Prohibió el casamiento de los clérigos, persiguiendo a todos los que habían faltado a las leyes de la continencia. No bastaba que el pontífice fuese un modelo de pureza; era preciso que el último de los clérigos se distinguiera también por una vida sin tacha. Aún los clérigos que despidieron a sus concubinas y se sometieron a la penitencia quedaron excluidos del santuario por algún tiempo y privados para siempre del poder de celebrar los santos ministerios.”

Muerte

Murió en Florencia, Italia, el 29 de marzo de 1058, fue asistido en sus últimos momentos por San Hugón, Abad de Cluny, fue enterrado en la iglesia de Santa Reparata. Lo sucedió en la silla episcopal el Papa Nicolás II

Véase también

Referencias

  1. Papas de los siglos XI y XII – Portal Parroquia Montes Claros
  2. Esteban IX (X) - Diccionario Enciclopédico de Hispano Americano p. 981 Tomo VIII

Fuentes