Urbano V


Urbano V
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Papa de la Iglesia católica
28 de septiembre de 1362 - 19 de diciembre de 1370
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PredecesorInocencio VI
SucesorGregorio XI
Información personal
Nombre secularGillaume de Grimoard
Nacimiento1310
Grizac, (Francia)
Fallecimiento1370
Aviñón, Estados Pontificios
Santidad
Beatificación10 de marzo de 1870 por Pío IX

'Beato Urbano V, O.S.B. (Grizac, 1310Aviñón, 19 de diciembre de 1370) fue el papa n.º 200 de la Iglesia católica de 1362 a 1370 y sexto papa del pontificado de Aviñón.

Síntesis biográfica

Orígenes y juventud

Nacido Guillaume de Grimoard, era el hijo mayor de Guillaume II de Grimoard, señor de Grizac, y Amphélise de Sabran, señora de Montferrand. En 1322 se traslada a Montpellier para realizar estudios de Derecho canónico que continuaría en Toulouse.

Carrera eclesiástica

Monje

En 1335, al finalizar sus estudios, ingresó en la orden benedictina realizando el noviciado en el monasterio de Chirac donde, tras una estancia en Marsella, fue ordenado sacerdote. A continuación, pasó a la Universidad de Montpellier, donde como profesor se convierte en un renombrado especialista en Derecho recibiendo el doctorado en 1342. En 1349 es nombrado vicario general por el obispo de Clermont. En [[1352, el papa Clemente VI lo pone al frente de la Abadía de San German de Auxerre donde permanecerá hasta 1361, cuando Inocencio VI lo nombra abad de San Víctor.

Diplomático

La carrera diplomática del futuro Urbano V se inicia en 1352, cuando el papa Clemente VI le encarga solucionar el conflicto abierto con Giovanni Visconti quien, como arzobispo de Milán quiso poner a la ciudad de Bolonia bajo el poder de su familia y que supuso una derrota de los ejércitos pontificios. La actuación de Guillaume de Grimoard permitió que la poderosa familia reconociera los derechos de la Iglesia sobre Bolonia a cambio de que el papa cediera dicha ciudad a cambio de un tributo anual. Posteriormente, ya bajo el papado de Inocencio VI, volvería a intervenir en una misión análoga, cuando el nieto de Giovanni, Bernabé Visconti, inició su política expansionista.

Papado

Elección

Tras la muerte de Inocencio VI, el 22 de septiembre de 1362 se inicia el cónclave para elegir a su sucesor en la ciudad de Avignon. En una primera votación es elegido el cardenal Hugues Roger, hermano de Clemente VI, quien rechaza el nombramiento. Tras una segunda ronda de votaciones que no logra alcanzar la mayoría de votos necesaria, es elegido el 28 de septiembre, en la tercera de votación, Guillaume de Grimoard quien, al no ser cardenal, no participaba en el cónclave. El futuro papa es inmediatamente reclamado para que abandonara Nápoles, donde se encontraba en misión diplomática. Tras una travesía por mar que le deja en Marsella, llega a Avignon donde tras ser ordenado obispo es coronado papa el 6 de noviembre.

Retorno a Roma

El objetivo principal de su pontificado fue volver a fijar la sede pontificia en la ciudad de Roma, condición que la Ciudad Eterna había perdido desde que, en 1309, Clemente V la había fijado en Avignon. Si la Santa Sede quería salvar su ecumenismo contra las nacientes herejías, y frente al pujante nacionalismo de los Estados europeos que estaban surgiendo, debía retornar a su centro natural e histórico: Roma. La empresa, en verdad, no era en manera alguna fácil. En la Ciudad Eterna unos partidarios políticos suplantaban a sus rivales, sin otras miras que las de saciar su odio irreconciliable y sus egoísmos familiares. Las ciudades de los Estados pontificios se combatían sin descanso por idénticos o parecidos motivos. La situación de caos y desorden que había provocado el abandono de Roma como sede papal había comenzado a cambiar con el establecimiento, en 1360, de una nueva constitución apoyada por la nobleza romana y por una recién creada milicia popular, la Societas Balestriorum Félix y Pavesotarum. El 16 de octubre de 1367, Urbano V entraba en Roma acompañado por el cardenal Gil Álvarez de Albornoz quien desde 1353, actuando como legado papal en Italia, había conseguido restablecer la soberanía papal sobre los Estados Pontificios.

Jefe supremo de la Iglesia

Urbano se estableció en el [[Vaticano, pobremente adecentado, que será en adelante la residencia habitual de los papas; y en seguida comenzó a desplegar su actividad de reformador y reconstructor de la ciudad. Paulatinamente las cosas iban tomando nuevo aspecto. Roma volvía de nuevo a ser, en realidad, el centro del mundo, y de todas partes confluían a ella huéspedes ilustres. En 1368 reconcilió la Santa Sede con el Sacro Imperio. El emperadorCarlos IV fue coronado en Roma; y en 1369 logró también un acercamiento con el emperador bizantino Juan V Paleólogo quien, buscando apoyo contra los turcos que amenazaban Constantinopla, se convirtió al catolicismo. La Iglesia se mostraba unida.

Unidad y expansión

Las órdenes mendicantes prestaron a Urbano una ayuda eficaz. Después de haber establecido la jerarquía católica en Bulgaria, en Bosnia, en Moldavia, el Papa envió a Albania cuatro obispos franciscanos con la misión de recorrer el pequeño Estado y de aumentar el número de los católicos. Por su mandato, veinticinco frailes menores recorrieron Valdaquia y Lituania; veinticuatro religiosos de la misma Orden fueron a Georgia. Pero la misión más famosa de todas las del pontificado de Urbano V fue la enviada a los mongoles, integrada asimismo por religiosos franciscanos. Urbano V puede ser considerado, por la labor misional promovida, como el mejor precursor de la moderna época misional de la Iglesia. Una sublevación popular en Viterbo había producido en el papa Urbano una profunda impresión; aparte de esto, nunca había gozado de seguridad entre la movediza gente italiana; la nostalgia de su país nativo fue apoderándose poco a poco de su ánimo. En mayo de 1370 hizo pública en Montefiascope su resolución de regresar a Aviñón. En 1367 había muerto Albornoz, lo que supuso el reinicio de las sublevaciones que el cardenal, durante su mandato como legado, había suprimido. La pérdida de su colaborador, unida a la reanudación de las hostilidades entre Francia e Inglaterra, inmersas en la Guerra de los Cien Años, tras un periodo de paz conseguido en 1360 con la Paz de Bretigny; determinaron a Urbano V a retornar a Avignon. El 5 de septiembre de 1370 Urbano abandonaba Roma, tras una estancia en la misma de casi tres años, y volvía a fijar la sede pontificia en Avignon. Moriría allí a los dos meses de su llegada, el 1[[9 de diciembre de 1370, como se lo había pronosticado la virgen sueca Santa Brígida. Urbano está considerado como el primer Papa humanista de la historia de la Iglesia. Durante su pontificado fundó las universidades de Cracovia y Viena, apoyando a otras muchas. Además Urbano V fue el papa número 200. Declarado beato por Pío IX en 1870, sus restos descansan en la abadía de San Víctor en Marsella. Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Gallus vicecomes (Vizconde galo), cita que hace referencia a título nobiliario, vizconde, y a su origen francés.

Fuentes