Adriano VI (papa)

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Adriano VI
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Papa de la Iglesia católica
9 de enero de 1522 - 14 de septiembre de 1523
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PredecesorLeón X
SucesorClemente VII
Información personal
Nombre secularAdrian Florisz Boeyens
Nacimiento2 de marzo de 1459
Utrecht, Bandera de los Países Bajos Países Bajos
Fallecimiento14 de septiembre de 1523
Roma, Bandera de los Estados Papales Estados Papales
Escudo papal Adriano VI.png
Escudo de Adriano VI

Adriano VI. (Adrian Florisz Boeyens) Papa nº 218 de la Iglesia católica de 1522 a 1523. Educado, dentro del espíritu de la devotio moderna, en el amor a la virtud y a la ciencia. Fue llamado como el “pontífice bárbaro” debido a su origen holandés. Solía celebrar misa a diario algo que no era costumbre y provocaba el rechazo entre sus súbditos.

Biografía

Primeros Años

Adrian Florisz Boeyens, su santidad Adriano VI, nació en 1459 en Utrecht, Países Bajos. Hijo de un ebanista, fue educado en la devotio moderna (devoción moderna), en el amor a la virtud y a la ciencia. En 1479 ingresó en la Universidad de Lovaina. Aquí llegó a ser profesor distinguido y «dechant» (decano) de San Pedro. Su comentario al cuarto libro de las Sentencias y sus doce «Quodlibeta» lo muestran como escolástico tardío fuertemente aficionado a las cuestiones canónicas y casuística moral. Durante toda su vida fue conocido por su sobriedad y su piedad.

Formación

En 1507, el emperador Maximiliano lo llamó para preceptor de su nieto, el archiduque Carlos de Gante. Durante diez años, del 1505 al 1515, ejerció su cometido que desarrolló con eficacia, llevando a cabo importantes misiones en defensa de los intereses de su pupilo, al que educó desde los seis años de edad.

Así entró Adriano en el consejo de Margarita, regente de los Países Bajos, y en 1515 fue enviado a España, para asegurar allí la herencia de Carlos. Fernando el Católico anuló su testamento de 1512, que dejaba el reino a Fernando, hermano menor de Carlos, educado en España y más popular allí.

Después de la muerte del rey católico, Adriano ejerció la regencia al lado del gran humanista, el cardenal Jiménez de Cisneros, en nombre de Carlos, hasta que éste, en 1517, ocupó el trono de España.

Convertido en rey de España, Carlos I agradecería los servicios prestados por su fiel mentor impulsando su ascenso en la carrera eclesiástica, primero como obispo de Tortosa en 1516e inquisidor de Aragón y Navarra; más tarde también inquisidor de Castilla y León y el 1 de julio de 1517 cardenal.

El rey Carlos, entre cuyos consejeros se contaba Adriano, no logró ganarse las simpatías de los españoles, que se quejaban de la soberbia de los borgoñones y de la codicia de los extranjeros. Tanto más alardeaban de sus propias libertades. Así, al volver en 1520 a Alemania, Carlos V dejaba a Adriano, como lugarteniente suyo, una pesada tarea, que no supo cumplir enteramente. Castilla se sublevó abiertamente. Sólo con la ayuda de dos corregentes de sangre española pudo Adriano vencer el levantamiento.

La noticia de su elección para papa le sorprendió, el 22 de enero, en Vitoria, donde tomaba medidas militares para la defensa de Navarra contra los franceses.

En una solemne declaración de 8 de marzo de 1522 aceptó Adriano VI la elección. En ella proclama su confianza en Cristo,

«que le dará fuerza, aun siendo indigno, para defender a la cristiandad contra los ataques del mal, y para reducir, al ejemplo del buen pastor, a la unidad de la Iglesia a los que yerran y están engañados»
Adriano VI

Para su viaje a Roma escogió el papa el camino del mar, a fin de demostrar su independencia respecto de Francia y del imperio. Pero la marcha se dilató. Hasta el 5 de agosto no zarpó la nave de Tarragona. El 28 de agosto llegaba a Ostia y al día siguiente a Roma.

En Roma

Para los romanos Adriano era un bárbaro, a la llegada del papa, reinaba la peste en la ciudad eterna. La coronación tuvo lugar el 31 de agosto, en la Basílica de San Pedro, de forma marcadamente sencilla. En su discurso del consistorio, el 1 de septiembre pidió Adriano ayuda a los cardenales para su doble proyecto: la unión de los príncipes cristianos para combatir al turco y la reforma de la curia.


La acción de Adriano quedó por de pronto impedida por la peste que fue más devastadora en otoño, de la que fue víctima el cardenal suizo Schiner, uno de los pocos colaboradores de Adriano, amigos de la reforma. Contra todas las prevenciones, el papa se quedó en Roma, mientras se desbandaban los cardenales y la mayor parte de los empleados. Sólo a fines de 1522 pudo trabajar de nuevo la curia regularmente.

Para la ejecución de la reforma faltaban colaboradores. Los pocos holandeses y españoles de quienes se fiaba, se movían con dificultad en un medio que les era desconocido y, con sus torpezas, provocaban aún mayor resistencia. Las desilusiones alimentaban la desconfianza del papa frente a su circunstancia. Esto acrecentó su soledad y lo determinó a hacer muchas cosas por sí mismo. Ya de suyo aquel hombre del norte era de carácter lento y meticuloso, y todo contribuyó a que las quejas por las demoras de los asuntos se hicieran cada vez más fuertes.

«Extranjero entre hombres de confianza extranjeros, el papa holandés no podía situarse bien en el mundo que le salió al paso en Roma»
(Pastor)

Papado

Su breve paso por él Vaticano (poco más de un año) no le ofreció oportunidad de utilizar la experiencia adquirida en las tareas de estado. Pudiera pensarse que, en todo caso y por amor del débito de la suma dignidad eclesiástica a su patrocinador Carlos V, iba a ser un pontífice dócil y sumiso al emperador, pero no fue así o no, al menos, de forma incondicional.

Adriano hizo esfuerzos por obrar con imparcialidad en la pugna continuada entre Carlos y Francisco I de Francia y no siempre estuvo del lado de aquél. Al final, no obstante, entró en alianza secreta con Carlos V, Inglaterra y Venecia en contra de Francia.

Durante su pontificado, Adriano VI canonizó a San Antonino de Florencia.

Muerte

El 14 de septiembre de 1523, moría a los 13 meses no cumplidos de pontificado. Este breve tiempo y las circunstancias desfavorables malograron el cumplimiento de grandes esperanzas. La muerte le sorprendió cuando preparaba una acción conjunta con el emperador contra el rey de Francia, Francisco I. Fue sepultado en un suntuoso mausoleo diseñado por Badassare Peruzzi en la iglesia romana de Santa María dell'Anima.

Tanto más se acreditaba la melancólica palabra del papa, que se escribió sobre su sepulcro en la iglesia alemana de Roma: «¡Cuánto depende del tiempo en que cae la acción aun del mejor hombre!».

Enlaces relacionados

Fuentes

  • Artículo Ficha Adriano VI. Disponible en "ARTEHISTORIA". Consultado el 6 de septiembre de 2011.
  • Artículo Pope Hadrian VI. Disponible en "Catholic-Hierarchy" en inglés. Consultado el 6 de septiembre de 2011.
  • Artículo Biografía de Adriano VI. Disponible en "Biografías y Vidas". Consultado el 6 de septiembre de 2011.
  • Artículo El pontificado de Adriano VI. Disponible en "www.mercaba.org". Consultado el 6 de septiembre de 2011.
  • Artículo Adriano VI. Disponible en "Secretos del Vaticano". Consultado el 6 de septiembre de 2011.