Siricio

San Siricio I
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Papa de la Iglesia católica
15 de diciembre de 384 - 26 de noviembre de 399
San Siricio.JPG
PredecesorSan Dámaso I
SucesorSan Anastasio I
Información personal
TítulosSumo Pontífice de la Iglesia Católica
Nacimiento334
Roma
Fallecimiento26 de noviembre de 399
Roma

San Siricio I. Papa No. 38 de la Iglesia católica

Síntesis biográfica

Nace en Roma en 334. Elegido el 15 de diciembre de 384, muere el 26 de noviembre de 399. El primero después de San Pedro que adoptó el título de Papa del griego "Padre". Otros dicen que deriva del anagrama de la frase "Petri-Apostoli-Potestatem-Accipens". Apoyó la necesidad del celibato para los sacerdotes y diáconos.

Fue diácono con Liberio y Dámaso. Elegido por aclamación, gozó de la estima y de la simpatía del emperador Valentiniano II, pero no de la de S. Jerónimo, a quien además no todo el clero romano le gustaba.

Siguió la línea rigurosa y "monárquica" de Dámaso, reafirmando la supremacía del obispo de Roma y reivindicando para éste las decisiones más importantes en tema de disciplina y de derecho eclesiástico. Sus escritos tienen la fuerza decretalia (decretos) a la manera imperial, donde una afirmación no tiene fundamento en una base de derecho, sino que tiene su justificación en sí misma. Siricio no exhorta y no amonesta como lo hicieran sus antecesores, sino que manda y prohíbe.

Celebró en Roma un sínodo, en el que se afirmó la superioridad de la Iglesia de Roma sobre todas las demás. Se prescribió el celibato a los sacerdotes y a los diáconos, y se dispuso que sólo los obispos podían ordenar a los sacerdotes y que también los monjes podían ser obispos

Descripción

Su festividad se conmemora el 26 de noviembre. Fue hombre enérgico, capaz de hacerse respetar por todos y en cualquier circunstancia. El emperador Teodosio, por ejemplo, era culpable de un grave delito: había destruido la ciudad de Tesalónica, que se le había rebelado, matando a más de 7.000 personas. Arrepentido, pidió que fuera readmitido en el seno de la Iglesia, El papa Siricio le otorgó el perdón, pero pretendió una pública enmienda y humillación.

San Siricio está enterrado en la iglesia de S. Práxedes en Roma

La figura del papa san Siricio pasó mucho tiempo eclipsada por el juicio negativo que dan acerca de él las obras del gran san Jerónimo, que es un personaje por muchos aspectos excepcional, en especial por su vasta cultura, pero que con facilidad cae en juicios temerarios, inspirados por la simpatía o antipatía personal, como saben los que han leído sus vivísimas cartas. Se puede decir que la antipatía del gran erudito hacia Siricio ha pesado sobre este papa durante casi catorce siglos, puesto que sólo en 1748 san Siricio fue admitido en el Martirologio Romano por el Papa Benedicto XIV, suficientemente firme como historiador y como canonista, como para poder disentir de la secular prevención de San Jerónimo.

Fuente